Creo que toda infértil ha pensado alguna vez en cómo ha aumentado la infertilidad en los últimos años, y se ve en varias entradas de bloggers como hablan de ello. Nos taladramos la cabeza pensando si hemos hecho algo mal y que podemos cambiar. Creo que todas las parejas en el momento que tenemos el diagnóstico pensamos en nuestro estilo de vida y nos proponemos una vida sana por si ayuda en algo, pero ¿ayuda? ¿influyen nuestro hábitos?
Ultimamente
no dejo de leer artículos sobre la epigenética. Y asombrada y maravillada me hallo con tanta información.
Para
los que aun este palabrejo no haya llegado a sus oídos os lo explico un poco:
La epigenetica digamos que es el estudio de todos aquellos factores no genéticos
que de alguna forma intervienen en el desarrollo de la persona. O sea, que la idea de que somos
exclusivamente lo que hay “escrito” en nuestro adn esta cambiando, y que hay pequeñas
modificaciones químicas que afectan a los genes. Nuestras propias experiencias
van a quedar marcadas en nuestros genes y por lo tanto los vamos a transmitir a
nuestra descendencia.
Y todo
esto hace pensar mas sobre todos los factores que pueden influir en la
fertilidad, y deja claro que los factores medioambientales y los hábitos de vida
influyen en nuestra fertilidad y solo en la nuestra sino también en la fertilidad de nuestra descendencia. Y que por lo tanto en la nuestra también han tenido que ver los de nuestros padres y abuelos.
Ahora
es cuando yo me tomo una pausa para maldecir a mis suegros aghjgdjdgddhjdsagdh
Bien, seguimos. Hay artículos por san google sobre estudios muy interesantes sobre como la manipulación de los gametos en los laboratorios dejan huella en el adn y sobre como la epigenetica influye en el endometrio y en la futura implantación de los embriones.
Mucha información aunque un poco compleja para los que no dominamos todos esos términos y palabrejas de biólogos, pero que si os interesan podéis encontrarlos en las páginas de Ginemed y en la de IVI.