El primer seminograma que le hicieron a mi marido (final de año 2012) lo pidió la medica de cabecera, quería verlo antes de mandarnos al ginecólogo, no sé para qué la verdad. Cuando recogimos los resultados y vi ese papel con números lleno de asteriscos me quedé helada. Iba con los resultados memorizados de un semi normal, así que al verlo me dí cuenta de la gravedad. Recuerdo a la médica decirnos: "no os preocupéis, con una inseminación os quedáis embarazados ya veréis". No sé con qué cara la miré, ni siquiera si la miré, me había quedado bloqueada. Ahora pienso que para qué pidió ese semi, ella no tenía ni idea de cómo leer esos resultados ¿inseminación artificial? JA. Sólo nos había hecho perder el tiempo.
Por mi cabezonería, pedí a la médica días después que nos mandaran a urología, y ahí se confirmó el varicocele. El urólogo estaba convencido que con la operación mejoraría (no se equivocó). Nos pusieron en lista de espera para la operación (que pude adelantarla si no aun estaríamos esperando).
Antes de mi cita en fertilidad en la SS, fuimos a una clínica privada con el único informe de ese seminograma básico. Nos lo pintaron difícil, aunque precisaban de más pruebas para dar un diagnóstico fiable y completo antes de hablar de ningún tratamiento. Y además creían que lo mejor era esperar a esa operación, aunque tampoco pensaban que pudiera mejorar mucho. Decidimos esperar.
Tras el primer seminograma REM (capacitación espermática)en octubre del 2013, el resultado fue desastroso como visteis en la entrada anterior. Los ginecólogos fueron claros, con ese resultado sólo podíamos acceder a donante de semen. Me explicaron varias cosas, que el desgaste físico y emocional de una fiv era mucho como para que el día de la punción, con esa mala calidad espermática, no fecundase ningún óvulo, y sería un desperdicio. Que al haber un factor tan severo, los pocos que aparentemente se veían buenos, tampoco serían buenos, por lo que era probable que los embriones se pararan. Y que ir a una clínica privada sería derrochar el dinero.
Eso lo entendí, aunque no quería aceptarlo, lo entendí, fueron sinceros conmigo.
Yo les dije lo de la operación de varicocele, pero también me decían que no valdría para nada, que había evidencias de que no mejoraba; que no perdiera el tiempo, que para la inseminación con semen de donante no había lista de espera, que lo que queríamos era un hijo, que a ver que mas nos daba que fuera de donante ¿? Me gustaría llevarles los diferentes artículos que recopilé (en inglés pero yo se los traduzco si hace falta) donde se habla de la mejoría de los resultados de los seminogramas tras la varicocelectomía en pacientes con varicocele clínico, para que se documenten un poquito.
Decidimos dejar aparcado el tema hasta la operación para ver los resultados y ya decidiríamos.
Fue un tiempo de reflexión total, en la mayoría de los sitios nos habían dicho las pocas posibilidades, teníamos que hacernos a la idea de que la opción de acudir a donante era lo más probable que nos podía pasar.
Estábamos hechos polvo, no terminábamos de aceptar algo así, si es cierto que esa pequeña esperanza de la operación estaba ahí, pero ¿iban a equivocarse la mayoría? hablábamos mucho del tema, lloramos mucho, pasamos un gran duelo.
Y ahí llegaban los comentarios (no malintencionados): "con un bichito bueno para icsi basta", palabras textuales de mucha gente, compis de fatigas infértiles. ¿Uno bueno? ¿si yo obtengo digamos 12 óvulos, serían 12 bichitos buenos no?, pero ¿y todo lo demás? porque ser bueno ¿que es? que tenga buena morfología y se mueva ¿no? pero eso no implica que el embrión se divida bien. Que se sabe que cuando el diagnóstico es severo la calidad es mala en la totalidad.
Otros comentarios: "es mejor que el problema lo tenga él, cuando el problema lo tiene la mujer es mucho más difícil". ¿si? ¿porqué? Que mi marido tiene un factor masculino severo ¡¡SEVERO!!, que nuestra opción es donante. Que cuando una mujer va a ovo (algo que también me parece durísimo), se consuela pensando en que ella va a gestarlo...¿que hará mi marido entonces? ¿cómo podrá sentirse padre de esa criatura? ¿lo querrá?
Los miedos son enormes cuando te planteas la donación de semen, sientes asco, de entrada rechazas y te repugna el pensar en el semen de otro hombre. Te duele el alma que tu marido no sea partícipe en nada. Sientes el mayor de los miedos.
Y tengo que decir, que en nuestro caso, era yo la más reacia, que incluso le propuse hacer doble donación y rechazar mi genética para ir en igualdad de condiciones. Que cuando mi marido me dijo un día que él aceptaba la donación, yo no sentí alivio ni alegría, yo sentía que nunca podría hacer algo así sin morirme de pánico y de pena.
A veces pienso que podría ser por falta de confianza en mi marido, no se, una sabe hasta donde puede llegar y cómo resolver un duelo propio, pero...¿y si mi marido nunca consideraba ese hijo como suyo? Me partía el corazón pensar algo así.
Cuando busqué blogs sobre donante de semen nunca encontré nada, chicas de ovo hay muchas contando sus duras historias. Pero siempre leía lo mismo que no me consolaba nada, el tema de sentir al hijo como propio al gestarlo. Se me encogía el estómago pensando en mi marido.
En twitter, en la #infertilpandy, hay varias chicas con "maridos pochos", infertilidad de factor masculino, en distintos grados eso sí, porque oye, no es lo mismo que sólo se vea afectada la cantidad, a que también se vea afectada la morfología, como no es lo mismo 4 que 400, como que no es lo mismo tener un varicocele que un problema cromosómico o que nacer así y que no encuentren la razón. No es lo mismo. Hay grados y grados. Y el porcentaje de éxito en una fiv/icsi varía dependiendo del grado que te haya tocado.
Por eso me gusta hablar en cifras, por eso puse los resultados en la entrada anterior. En el seminograma REM del 2013 el diagnóstico era OLIGOASTENOTERATONECROZOOSPERMIA SEVERA. Se observaba 1 espermatozoide vivo cada 4 campos agrupados. Casi ná. En el del 2014 tras la operación pasamos a una oligospermia leve, astenospermia moderada, y un REM de 0,6 que quiere decir que había 600.000 bichitos con capacidad de fecundación. Que pueden parecer pocos, pero a mi me llenan de 600.000 ilusiones.
Tengo la tremenda suerte de que en esto del factor masculino nos tocó una parte intermedia, la operación salió bien y la mejoría ha hecho que el tema donante quede aparcado. Aun duele pensar en ello y sufro al pensar en quienes tienen que pasar por algo así. El duelo genético es algo que me parece muy complicado, tanto para donante de semen como ovo. A quienes pasáis por ello os respeto y os admiro, y aunque no me gusten los abrazos os daría uno bien fuerte de esos que vienen de alguien que le ha tocado ponerse en el mismo pellejo y entiende ese dolor infinito de sentir que estas muerta en vida.
Supongo que todo se supera, cada uno a su manera sabe adaptarse al medio, a lo que le toca. Y sí, realmente queremos ser padres, e incluso debemos agradecer que tengamos a nuestra disposición a la ciencia. Aunque conlleve un duro trabajo emocional y se precise ayude profesional para superar algo así y sentirse en paz con uno mismo, no culpabilizar ni culpabilizarse. Al fin y al cabo sólo queremos ser padres.
Y desde aquí, de esta rara entrada sobre factor masculino quiero animar a Laura en su proceso, aun su blog "infértil desvergonzada" acaba de ver la luz y ha contado poco, pero tiene una historia durísima detrás que he compartido con ella casi diariamente, hemos compartido miedos y preguntas sin respuesta, hemos comentado lo de los distintos grados, lo duro que es pensar en donación, la he visto sufrir con unos embriones de mala calidad a cuenta de esos bichitos pochos, el sufrimiento de enfrentarse a un duro tratamiento con sólo un 15% de probabilidades, y el miedo al futuro incierto. Espero tus entradas futuras donde nos hables de todo ésto desde tu vivencia, seguro que habrá gente que esté pasando por lo mismo y busque leer algo con lo que sentirse identificada. Siento como propio tu dolor, y no te imaginas lo que deseo que consigas ser madre.
Y también mencionar a Ester, del blog "todo por un bebé", con una de esas infertilidades puñeteras de no saber por donde tirar salpicada de un factor masculino no demasiado conocido por profanos. Con una historia de perseverancia, de lucha, de inteligencia que os invito a conocer porque aprenderéis muchísimo. Estoy segurísima Ester, que tu perseverancia se verá recompesada. No pierdas nunca ese ánimo y esa fuerza.
Hay un dicho que me recuerda mucho sobre todo a estas dos compis de fatigas que tanto aprecio: "Dios le da las peores batallas a sus mejores guerreros".