Recuerdo el primer tratamiento que hice, la ilusión, los nervios, las ganas...estaba eufórica y pletórica. Todo era nuevo y emocionante. Cada paso lo celebraba como un gran logro. Viví ese primer tratamiento con una muy buena actitud.
En los siguientes, la actitud positiva fue decayendo, me dejaba más guiar por la propia inercia de enfrascarse en un tratamiento de reproducción asistida, dejandome llevar. A ratos emocionada y esperanzada. A ratos cansada, triste y asqueada. Entre ellos vivía puntos de inflexión, de reflexión. Altibajos.
Cuando tu época favorita es la que queda entre tratamiento y tratamiento es que algo no va demasiado bien.
El hecho de ir a la clínica me suponía un gran esfuerzo, me daba pereza, me resignaba, me entristecía. Lo veía como ese sitio donde nunca ocurrían cosas buenas para mí, un lugar de tortura, un lugar donde siempre acabo frustrándome.
Siempre me ha dado cierta envidia ver a esas chicas que se enfrentan a una betaespera con calma, con emoción, con esperanza...como yo en la primera y quizás en la segunda...a partir de ahí mi actitud cambió mucho. No sé si os ha pasado a alguna también.
Hace tiempo leí una frase de Eva Bernal que decía: "la reproducción asistida es tu aliada, no tu enemiga". Y claro, esto puede parecer muy obvio ¿verdad? Pues se olvida, al menos es lo que me ha pasado a mi. Pero eso cambió hace poco...
En mi última cita en mi clínica fui demasiado consciente de ésto. Llevaba días pensando en la cita con pocas ganas de ir, con mucha apatía. Y llegué allí y tuve la consulta con mi médico y...¿magia? Nah, tampoco eso. Pero casi. Ver a un equipo que se preocupa por ti, que te anima, que busca la forma de hacerte las cosas lo más fácil posible. Un equipo que te entiende, que se frustra contigo, que busca soluciones, alternativas y que además de la profesionalidad te trasmiten cariño y fuerza. Pues una sale de allí con el ánimo para comerse la infertilidad con patatas.
Y pensé, pensé mucho en esa consulta y donde había llegado mi ánimo y mis pensamientos para yo tenerle miedo a una visita a la clínica. El único lugar que puede hacer posible que yo sea madre. Y me dije a mi misma que tenía que esforzarme mucho para cambiar esa actitud. Y en ello estoy...
He estado leyendo y buscando libros de superación personal y autoayuda y os traigo 3 libros que he seleccionado y que me interesan mucho leerme:
1. Amar es liberarse del miedo. Jampolsky.
Sólo el título ya hace reflexionar. Este ha sido es que más ha llamado mi atención. Me parece una lectura perfecta para acompañar un tratamiento. No existe en formato ebook muy a mi pesar y he tenido que comprarlo en formato papel. Pero creo que va a merecer mucho la pena.
Os hago una pequeña reseña: El autor habla de dos únicas energías, el amor y el miedo. Y dice que tomar decisiones desde el
amor es lo único que a la larga te hará una persona en paz contigo mismo
y con el mundo. Da un conjunto de recomendaciones para vivir más
plenamente la vida una vez que nos liberemos de las nostalgias del
pasado y los temores del futuro, y nos dediquemos a vivir con más
intensidad el momento presente, único tiempo del que realmente
disponemos. Nos
muestra cómo liberarnos del miedo y recordar que nuestra esencia es el
amor. Para experimentar este tipo de realidad, tenemos que estar
dispuestos a despojarnos de nuestra nostalgia del pasado y nuestra
preocupación por el futuro, para vivir más plena y amorosamente el
momento presente. Nos presenta un conjunto muy
sistemático de ejercicios diarios que ofrecen un camino directo y eficaz
hacia la transformación personal.
2. El poder del ahora. Eckhart Tolle.
Muy en la línea del anterior. Este si existe en formato ebook. Viene a decir que se necesita comprender que toda nuestra existencia sólo
sucede aquí y ahora y que en el aquí y en el ahora rara vez hay
sufrimiento. Un libro por el que hay que recalar para integrar esta idea
sin la cual puede ser tan fácil extraviarse.
3. Tus zonas erróneas. Wayne Dyer.
Otro libro que me ha llamado mucho la atención. También lo tengo en ebook. Este autor se ha centrado en identificar los aspectos
que él considera más importantes para ser independientes, felices y
sanos mentalmente. El autor destaca varios puntos clave: hacerte cargo de ti mismo, el amor propio, la ruptura con el pasado, las emociones inútiles como la culpabilidad y preocupación, etc.
Tengo muchos más apuntados pero empezaré por estos tres a ver que me parecen.
¿Conocéis alguno de ellos?