martes, 3 de diciembre de 2013

Donde empieza el camino (Parte 1)


No soy una blogger con una historia terrible a mis espaldas en el camino de la infertilidad. Como todas las parejas un día, el mes que nos casamos, allá por mayo del 2012, decidimos "no" buscar bebé, si no esperar a que llegara...pero como podréis imaginar no llegó. Tras varios meses de hacer gráficas de temperatura, examinar mi flujo vaginal (color, densidad, y hasta olor, sí incluso lo olía como si eso fuera a descifrarme algo), test de ovulación, pierna arriba mientras escuchaba roncar a mi marido, lubricantes que facilitan la movilidad del esperma, rezos a todos los santos conocidos y hasta intentar un pacto con el mismísimo diablo, decidimos que era hora de visitar a nuestro medico de cabecera. 

Recuerdo la ansiedad que me dio el día antes de ir a la consulta, solo de pensar que tenía que decir en voz alta (y hacerlo así real) que teníamos un problema para concebir. 

Antes de derivarnos al ginecólogo quiso hacerle a mi marido un seminograma y a mi una analítica normal. Tras un par de meses (porque la navidad pilló por medio) recogimos los resultados...horrible es la palabra...yo llevaba memorizado los resultados normales de un seminograma, pero en cuanto vi ese papel todo lleno de asteriscos empezó a nublarse mi vista y mi cerebro entró en modo ausente.

Recuerdo a la medica hablar de oligospermia, y de inseminación artificial, y de darme un papel que me derivaría a ginecología, y se despidió con un ¡Suerte, ya vereis que pronto estaréis embarazados, si necesitáis algo aquí estoy! Ya sabéis que nada mas salir de allí tocó el turno a las lágrimas, muchas lágrimas, miedo, y desorden mental, recuerdo todo aquello como muy disperso, mi mente totalmente nublada.

Tras el shock inicial me dispuse a leer de forma valiente el resultado del seminograma, no solo era oligospermia que es bajo recuento de espermatozoides en el eyaculado, sino que la velocidad y la morfología también estaban gravemente afectados. Ese fin de semana gasté lágrimas que ni siquiera sabía que tenía.

Continuará....

3 comentarios:

  1. Xoxete las primeras malas noticias son una jarra de agua fria.el principio de un camino largo por recorrer

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  2. Yo tambien lloré lo indecible al ver los resultados del seminograma de mi marido... Con el primero, y con el segundo unos mese después... Es un gran chasco...

    Muchos besoss!

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  3. Es muy triste recibir esa clases de noticias cuando una pareja tiene todas sus ilusiones puestas en ser padres, ninguna pareja que desea un hijo debería pasar por eso. Se supone que es lo normal y natural, pero a veces la naturaleza hace de las suyas. Siento en mi propia piel eso que comentas,miedo, lagrimas, y rabia mucha rabia. Un besazo¡

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