Si bien es cierto que en muchas ocasiones he necesitado evadirme, o más bien huir. Llevo un tiempo que no escribo en mi blog de forma asidua porque no me apetece dar una apariencia de pena máxima. Y sé que en estos momentos es así, por los emails, whatsapp y comentarios que recibo.
Mi blog es sobre infertilidad, sobre el camino hacia la maternidad de una desgraciada infértil. Y como todos sabéis, no está siendo fácil, ni bonito, ni divertido, ni siquiera entretenido.
Las últimas transferencias ni las he contado, ni mis sentimientos, ni la nueva medicación que me mandaban, ni cómo lo pasaba en la betaespera.
Y es que escribir un blog sobre un tema concreto puede volverse contra ti, como creo que me ha pasado.
Yo no soy sólo infértil, no ando penando por las esquinas, no me paso el día llorando hecha un bicho bola sintiéndome la más desgraciada.
Que en el campo de la fertilidad yo soy la más burra, sí. Pero en lo demás tengo sobresalientes.
Y sobre todo últimamente que parece que viva una nueva juventud. No tengo miedo a quedar con amigos, a pertenecer a grupos de whatsapp. Salgo más que cuando tenía 20 años. Me río a carcajadas. Soy feliz. Con esa espinita de la maternidad, pero soy feliz.
Me he descubierto pensando que me encuentro en muy buen momento. Hemos hablado mi marido y yo sobre una vida sin hijos, sin hacer dramas por ello. Ahora mismo no me apetece preocuparme demasiado. Parece que estoy de vacaciones infértiles, despues de este año pasado a piñón de tratamiento en tratamiento.
Por eso no escribo, porque sólo podría hablaros de infertildad, y esa faceta de mi vida es una M como una casa de grande. Y no me apetece dar una imagen de lo que no soy y de lo que no siento ahora.
Hace tiempo que no leo a la infertilpandy, que no leo blogs infertiles ni de maternidad (a verdeliss por supuesto que la veo, verdeliss forever), incluso instagram lo tengo abandonado.
He salido a la calle sin un movil que me ate a las redes sociales infértiles y he descubierto un nuevo mundo. Vale, estoy
exagerando un poco. Pero no se bien como explicaros exactamente en qué momento me encuentro.
Sólo me gustaría que os quedaríais con este apunte. Se puede vivir siendo infértil, se puede sacar la cabeza de la desgracia que vivimos y asomarse al mundo. A mí me ha costado años y fracasos hacer el esfuerzo de salir de mi cueva. Siempre decía que cuando me quedara embarazada volvería a mi vida anterior. Pero no he querido esperar más, no sé si me quedaré embarazada, no quiero seguir en esta cueva oscura y solitaria, no quiero sentirme la mas frustrada, no quiero estar metida en un bucle de infertilidad a mi alrededor. Soy una persona de 30 pocos que lo que más le gusta en el mundo, lo que más de más sobre todas las cosas, es reírme.
Y allí me voy, a reirme mientras pueda. No se si volveré. Espero que sí.
Os quiero a todas. Siempre habéis estado conmigo. Gracias por tanto.