El porqué...

¿Quién decide el destino de cada uno y con qué fin? Cada cual tenemos nuestra propia historia en este largo camino de la infertilidad, nuestra propia lucha, cada cual carga con su propia cruz. 

Te propones construir una coraza para ser fuerte y afrontarlo todo, intentando aparentar hacia los demás que todo esta bien, que nadie note tu dolor. Pero en tu interior no dejas de pensar en ello, de preguntarte que macabro plan tiene la vida contigo si te niega el mayor derecho que tiene una mujer, que es el de ser madre.

¿Porqué a mi? ¿porqué a nosotros? esa eterna pregunta sin respuesta que nos taladra la mente a menudo.

Y todos dicen que tiempo al tiempo, que seamos positivos, que tengamos fe...

Yo le pido al tiempo que me de paciencia, conformidad, resignación, fuerza, paz y sobre todo amor; amor hacia mi gente, amor a los que de una u otra manera forman parte de mi día a día, amor a las cosas simples y aparentemente insignificantes de la vida, amor hacia la vida, hacia mi vida, hacia nuestra vida, aprender a seguir amando.

Y en este sendero lleno de obstáculos por el que caminamos solo podemos coger aire y seguir caminando mientras le pedimos a la vida:

SERENIDAD para aceptar las cosas que no podemos cambiar

VALOR para cambiar aquellas que sí podemos 

SABIDURÍA para reconocer la diferencia

Y de esa forma poder continuar nuestro camino al menos en paz con nosotros mismos.