Son
muchas las ocasiones en las que leo en diferentes blogs, o en twitter, o
incluso conocidas que me comentan su paso por las clínicas de reproducción
asistida o por los hospitales de la seguridad social y me hablan en un tono
pasivo, como una auténtica paciente que es manejada al antojo de “los que
saben”. Hablan de la confianza que deben tener en el equipo médico que la
llevan (que para eso son los que han estudiado), y que hacen y siguen a pies
juntillas lo que éstos digan o manden.
La mayoría de las veces ni siquiera
llegan a cuestionarse el porqué de las cosas, no preguntan las dudas, no
debaten con ese equipo médico su caso y tratamiento particular. Si la cosa sale
bien, genial; si la cosa no sale bien la sensación de derrota es brutal, no solo
por no haber conseguido su positivo si no también por el desconocimiento del cómo
y del porqué de todo su proceso.
Y no,
no me gusta ese pensamiento que aun siguen teniendo muchas personas. NO somos pacientes, no debemos comportarnos como
tal, como personas pasivas e inactivas ante los profesionales de la salud.
Todos
somos personas, individuales, dueños de nuestra vida, de nuestra salud. Así que
incrementemos nuestro poder, vamos a usar los recursos que tenemos a nuestro
alcance para aumentar nuestros conocimientos y adueñarnos de nuestra vida.
No
seamos objetos de otros, debemos ser protagonistas de nuestra historia.
Decidamos nosotros sobre los tratamientos que nuestro cuerpo recibirá.
No te
vuelvas a casa intentando mentalizarte que lo mejor será lo que el médico diga
que para eso es el entendido. Busca
profesionales que te escuchen, que practiquen la empatía, que respondan a tus
preguntas, que se preocupen de formarse e informarse. Que no te dirijan hacia
lo que ellos quieren solo porque sí. Es tu vida, tú decides.
Busca
una clínica donde tras salir de ella y llegar a casa pienses en lo siguiente:
-
- Que tú tienes el poder de decisión sobre el tratamiento que te harán.
.
-
- Que te han dado toda la información posible y han respondido a todas
tus preguntas y dudas.
- -
Que te han expuesto todas las alternativas y opciones posibles.
- -
Que te has sentido participe de todo.
De esta
forma, sentirás confianza en el equipo que te trata, tendrás la positividad
necesaria para afrontar el tratamiento, y si por desgracia el resultado es
negativo al menos no te sentirás estafada ni ninguneada.
¡Así que,
empodérate!