Yo, bedabita, infértil hasta el libro de familia, puedo prometer y prometo:
- Que nunca nunca jamás culparé al estrés de la infertilidad.
- Que si consigo preñarme, ni whastapp ni facebook ni twitter serán testigos de fotos de test de embarazo, de ecografías, patucos y barrigas con mis manos haciendo un corazón.
- Que nunca olvidaré lo que siento frente a las noticias de nuevos embarazos conejiles y lo tendré en cuenta durante toda mi vida a la hora de abrir el pico.
- Que no relativizaré ni menospreciaré los problemas infértiles ajenos.
- Que no ultilizaré las típicas frases hechas.
- Que no alentaré si pienso que la cosa está muy difícil, apoyar y albergar esperanza siempre, pero sin pasarse de la raya que luego duele más.
- No dar el coñazo con mis síntomas de betaesperas.
- Sonreír incluso cuando vomite bilis agarrada a la taza del wc.
- Ayudar a las infértiles que lo requieran hoy, mañana y siempre.
- Reconciliarme algún día con la vida y con el mundo.
- No rendirme jamás ante las cosas que me proponga.
- Dar a conocer este blog algún día a mi marido, mi madre y algunos familiares y amigos.
- Volver a tener expectativas.
- Volver a ir a los cumpleaños de mis sobrinos algún día y disfrutar.
- Pasar página y continuar mi camino lejos del mundo infértil cuando llegue el momento.
- Hacer un máster o experto sobre reproducción asistida si mi economía no se la llevan todo las clínicas.
-Volver a irradiar la buena energía que me ha acompañado toda mi vida y que la infertilidad me ha arrebatado.
Al menos, prometo intentarlo.